Reporte Anual 2024: Mongabay Latam y las 12 citas más impactantes de la Región
- Ante un panorama adverso, defensores ambientales alzan la voz y nos recuerdan por qué es importante luchar por la naturaleza.
- Avance del narcotráfico en territorio indígena, atropellos de las mineras y contaminación son algunas de las situaciones violentas a las que se enfrentan.
- Detrás de las palabras, hay historias de resistencia frente al poder económico y político.
- Este es un recuento de las frases más impactantes que escuchamos durante 2024.
En nuestro recuento sobre los temas más importantes en Latinoamérica durante el 2024 existe una terrible constante: la violencia. Líderes indígenas asesinados, defensores ambientales amenazados, comunidades forzadas a desplazarse de sus territorios por el miedo. Otras han quedado acorraladas y continúan resistiendo, aún con el peligro cerca.
Durante 2024, Mongabay Latam documentó los impactos de las narcopistas en territorios indígenas, la minería ilegal, los avasallamientos y la criminalización de liderazgos indígenas y comunitarios, problemáticas sumadas a la ya complicada situación que enfrentan numerosas comunidades por la pobreza y la inacción de instituciones y gobiernos frente a las grandes empresas que extraen recursos sin criterios ambientales, contaminan y ponen en riesgo a los ecosistemas.
Estas son las 12 frases más impactantes que escuchamos durante 2024 y que nos invitan a reflexionar sobre el futuro de nuestras sociedades y la naturaleza.
12. Defensores ambientales denuncian que son criminalizados por oponerse a mina ligada a la familia del presidente de Ecuador
A mediados de mayo de 2024, el Tribunal de Garantías Penales de Bolívar, provincia ecuatoriana, condenó a tres años de prisión y una multa de 600 dólares a seis habitantes del cantón Las Naves, por el delito de asociación ilícita. Los acusados —que son agricultores y profesores— se oponen al proyecto minero de cobre y oro Curipamba-El Domo, que tiene entre sus dueños a una empresa ligada a la familia del presidente Daniel Noboa.
Aunque el tribunal consideró que había evidencia para condenarlos, a lo largo del juicio se presentaron testimonios contradictorios sobre la solidez de las pruebas, falencias que resaltan los sentenciados y su defensa. También aseguran que sus argumentos fueron prácticamente ignorados en la decisión judicial.
11. La lucha constante del mexicano Mario Luna por el agua y el río sagrado para los yaquis
En septiembre de 2014, Mario Luna Romero fue detenido en Obregón, una ciudad en la periferia del territorio de su tribu en Sonora, México, y transportado a una cárcel de máxima seguridad. Lo acusaron de estar involucrado en el secuestro de un hombre vinculado al gobierno estatal y de robo de vehículos. A pesar de presentar pocas pruebas que respaldaran esas acusaciones, lo mantuvieron en una celda aislada durante un año y 11 días.
Unos meses antes de su detención, Luna había liderado una feroz campaña en contra de la construcción del Acueducto Independencia, una obra impulsada por el gobierno estatal y que disminuiría drásticamente la llegada de las aguas del río Yaqui hasta las tierras del territorio yaqui. El acueducto fue aprobado por el gobierno mexicano para satisfacer las necesidades de agua de Hermosillo, la capital y ciudad más grande del estado. Esto se hizo sin el consentimiento libre, previo e informado de la tribu yaqui afectada.
10. Tucabaca acorralada: reserva resiste a la minería ilegal, los avasallamientos y un nuevo puente instalado ilegalmente por menonitas
El valle de Tucabaca es el “pulmón verde” del departamento boliviano de Santa Cruz. Sin embargo, ese pulmón cada vez respira con más dificultades. La minería ilegal, los avasallamientos, los desmontes, las quemas ilegales y la incursión de la agroindustria por parte de algunas colonias menonitas están asfixiando lo más importante que tiene este paisaje: la Reserva de Vida Silvestre Municipal y Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (APM/UCPN) Tucabaca.
Esta área protegida es un refugio para el ecosistema del Bosque Seco Chiquitano, donde conviven comunidades indígenas que desde tiempos ancestrales protegen los humedales y ríos que calman la sed no sólo de poblaciones locales, sino de todo el departamento de Santa Cruz y la zona sur del Pantanal boliviano. Hoy toda esa riqueza natural está en peligro.
9. Contaminación y acaparamiento de agua: consecuencias de la expansión de la palma de aceite en el norte de Guatemala
En Fray Bartolomé de las Casas, al norte de Guatemala, los que solían ser bosques ahora son plantaciones de palma aceitera de la empresa Naturaceites. Desde que estas plantaciones se extendieron por la zona, las comunidades padecen la contaminación y sequía de los ríos.
Los habitantes aseguran que no pueden utilizar el agua para su consumo y, si se bañan con ella, enseguida presentan lesiones en la piel. En medio de un clima de miedo, la mayoría de los vecinos prefieren no hablar de una empresa que prometió un desarrollo que nunca llegó.
8. México: “Somos lo que ustedes llaman desplazados climáticos”
Al menos ocho comunidades en diferentes regiones de México ya padecen las consecuencias de la “erosión costera”, término que sintetiza lo que sucede cuando el mar avanza hacia la tierra. Ese es el caso de El Bosque —en Tabasco, al sur de México—, una comunidad cuyo territorio apenas se distingue en los mapas.
En algún tiempo, el lugar fue hogar de más de 200 personas. Para junio de 2024, sólo quedaban 12 familias. Las demás se tuvieron que ir, no tuvieron otra alternativa: sus casas, las escuelas, la iglesia, sus recuerdos y todo lo que habían construido fue tragado por el mar. Al menos 70 viviendas de El Bosque han sido derribadas por la fuerza del oleaje.
7. “Las mujeres indígenas en la Amazonía deben fortalecerse, deben tomar las decisiones y no quedarse calladas” | ENTREVISTA
Nemonte, con sus cortos seis años de edad, entendía que había dos mundos. El primero, donde existía su oko —la gran casa donde vivía en la selva— iluminada por el fuego y en donde su familia la llamaba por su nombre, ese que significa “muchas estrellas”. Y el otro mundo, donde los hombres blancos observaban a los Waorani desde el cielo, a bordo de grandes aviones, poseían una empresa petrolera que amenazaba su territorio y donde los misioneros evangélicos la llamaban “Inés”.
“Seremos Jaguares” es el nuevo libro donde la lideresa indígena Nemonte Nenquimo narra sus memorias y su lucha contra las petroleras en territorio Waorani, en Ecuador, con el objetivo de conservar miles de hectáreas de selva y su biodiversidad.
En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena —que se conmemora cada 5 de septiembre desde 1983— Mongabay Latam conversó con Nemonte Nenquimo sobre su defensa de la Amazonía y lo que simboliza esta nueva publicación, escrita por ella, para las mujeres indígenas del mundo.
6. Guardaparques amenazados: son intimidados por mineros y denuncian abandono del gobierno boliviano
En Bolivia, dos guardaparques del Parque Nacional Madidi fueron absueltos en febrero de 2024 en un caso legal en el que un cooperativista minero los acusaba de difamarlo, en un proceso iniciado en abril de 2023. No obstante, el día de la audiencia una familiar del minero amenazó a uno de ellos, con la advertencia: ‘Raúl, cuídate, no sabes lo que te va a pasar’. Una semana después, los guardaparques del Parque Nacional Cotapata, cercano a La Paz, fueron amenazados durante una acción preventiva contra la minería.
La Asociación Boliviana de Guardaparques y Agentes de Conservación (ABOLAC) señala que la minería ilegal en las áreas protegidas de Bolivia es una amenaza grave. No sólo porque afectan los ecosistemas en estas zonas sino porque sus operadores intimidan a los trabajadores de los parques nacionales.
Además de las agresiones de los mineros que invaden las áreas protegidas, algunos guardaparques en el país dicen que la entidad encargada de defenderlos, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), los ha olvidado y los ha dejado solos a la hora de tomar acciones de control contra los mineros y de defenderse de las demandas judiciales que éstos interponen.
5. Colombia: nuevo reporte revela que más de 800 niños indígenas del Cauca han sido reclutados por grupos armados desde 2017
En Colombia, el conflicto armado se alimenta de niños que cargan fusiles más grandes que sus propios cuerpos. Los territorios del norte del Cauca —en donde las infancias son consideradas semillas para el futuro del pueblo indígena nasa— se han convertido en uno de los principales sitios de donde los grupos armados extraen y reclutan niños para la guerra.
Entre enero de 2017 y abril de 2024, al menos 817 niños y adolescentes indígenas nasa han sido forzados a formar parte de las filas del conflicto armado, según reportó la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN).
La organización detalla cómo los territorios ancestrales indígenas nasa, asediados históricamente por el conflicto armado, son los sitios de donde la guerrilla extrae a menores de edad —de entre 11 y 17 años— para entrenarlos para la guerra, así como para acciones de vigilancia y recolección de información de inteligencia.
4. Las pistas ilegales que exponen al pueblo kakataibo a la violencia del narcotráfico
Un equipo periodístico de Mongabay Latam, guiado por los hallazgos de una herramienta que utiliza inteligencia artificial para detectar pistas de aterrizaje clandestinas y desarrollada por la organización Earth Genome, llegó a dos de los pueblos kakataibo que se ubican en la Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur, en Perú. Allí se constató que la mayor transformación es el miedo que infunden los nuevos vecinos, debido a la violencia que propician para mantener sus actividades ilegales y consolidar una ruta para el narcotráfico.
Esta última queda en evidencia con las pistas de aterrizaje clandestinas que se han abierto en medio del bosque de la comunidad y que fueron detectadas en el análisis satelital de esta investigación. El temor no es infundado.
Desde la pandemia han asesinado a 15 líderes indígenas en Ucayali, Huánuco y Pasco, y seis de ellos eran kakataibo, incluido el dirigente Mariano Isacama. Su cuerpo fue encontrado el pasado 14 de julio en el distrito de Padre Abad, en Ucayali, un mes después de que reportaron su desaparición.
3. De la coca a la minería: las amenazas que cercan a los parques Alto Fragua y Serranía de los Churumbelos en Colombia
El río Fragüita baja desde las montañas del Parque Nacional Natural Alto Fragua Indi Wasi, en la cordillera Oriental de los Andes colombianos, en medio de un bosque frondoso y unas colinas escarpadas que se detienen súbitamente ante la llanura amazónica del departamento de Caquetá. El río de aguas transparentes se abre paso en medio de dos rocas de cerca de 80 metros de altura para pasar junto a un caserío con el que comparte el nombre, antes de seguir hacia la selva.
A menos de cinco kilómetros de este paisaje boscoso y exuberante, se abren paso decenas de cráteres llenos de agua con sedimentos, en los que fluye el agua que arrastra restos de gasolina, aceite y detergente usados en la extracción de oro.
La minería ilegal de oro avanza por varios de estos cristalinos cuerpos de agua que bajan de la cordillera y que alimentan la principal arteria fluvial de la zona, el río Caquetá. En este largo e imponente afluente, la extracción se transforma: dragas de varios tamaños flotan dispersas en las aguas que avanzan selva adentro, dejando un rastro de contaminación que afecta el ecosistema de este valle amazónico.
2. Los vuelos de la selva central: 15 narcopistas acorralan a dos comunidades nativas de Huánuco y Pasco
Con la ayuda de una herramienta de búsqueda que utiliza inteligencia artificial, Mongabay Latam identificó 15 pistas de aterrizaje ilegales dentro y alrededor de dos tierras indígenas en Perú. Las pistas son utilizadas por el narcotráfico para el traslado de la droga que se produce en la selva central de este país y con destino, principalmente, a Bolivia.
Un equipo periodístico visitó esta zona y fue testigo del temor que rodea a comunidades nativas, donde nadie quiere hablar de este problema y sólo sobreviven en medio de una economía marcada por el narcotráfico.
1. Soraida Chindoy: la guardiana indígena que defiende de la minería a las montañas del Putumayo
Soraida Chindoy, defensora del pueblo indígena Inga, encabeza la lucha de la comunidad del resguardo de Condagua en el Putumayo, Colombia, contra una empresa minera canadiense que busca explotar sus montañas sagradas para extraer cobre y molibdeno.
En el territorio que defiende está el páramo Doña Juana-Chimayoy, un lugar en donde nacen ocho ríos y permanecen 56 lagunas que los indígenas consideran sagradas; un sitio en donde se unen la selva amazónica y los Andes.
Su oposición a la minería fue desatada por una tragedia. En 2017, ella y su familia estuvieron entre las cerca de 22 000 personas damnificadas por la avalancha de lodo que se registró en Mocoa, la capital del departamento del Putumayo. La madre tierra le recordó, de una forma muy dura, por qué es tan necesario cuidarla.
*Imagen principal: Mario Luna Romero, en la bahía de Guásimas ha sido contaminada por agroquímicos y desechos que se liberan de las granjas camaroneras no lejos de la costa. Foto: Abimael Ochoa Hernández para Mongabay.
Fuente: Mongabay Latam
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