El presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño, aseguró que es necesario impulsar minerales como el cobre y el oro. Dijo que es urgente simplificar los trámites del sector.

Kevin Steven Bohórquez Guevara – kbohoquez@larepublica.com.co

En el marco de la International Mining and Resources Conference (Imarc), las autoridades de Ecuador y Perú presentaron su visión minera para la próxima década y las líneas de proyectos en las que están trabajando. El presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Juan Camilo Nariño, elogió la actitud de los vecinos hacia el sector, y aseguró que para competir contra ellos, se necesita una decisión clara para atraer inversión.

Como parte de esa decisión, Nariño indicó que se necesita impulsar la exploración, rodear los proyectos estratégicos y darles certeza a los inversionistas en materia de trámites.

¿Cómo está la licencia social de las empresas mineras en Colombia?

Es uno de los grandes retos que tenemos como país, debemos generar un diálogo más grande para generar consensos. El diálogo que debemos construir es sobre cómo hacer cosas. No debemos seguir gastando esfuerzo en lo que nos separa.

¿Cómo tener ese diálogo con los activistas que se oponen a la actividad minera?

Es complejo, lo hemos buscado mucho. Creo que debemos sentarnos y conversar, de nada sirve seguir mandando mensajes polarizantes de ambos lados. Mi llamado es ese, que tengan una actitud distinta.

En Imarc se vio la visión 2030 de la minería, ¿cuál es la visión para Colombia y cuáles son los minerales con potencial?

Chile tiene cobre, como Perú, que además tiene en su línea de proyectos iniciativas de cobre y oro. Ecuador y Panamá también producen cobre, pero Colombia no. Tenemos un gran esfuerzo de una mina de 10 millones de toneladas en el Chocó. La visión es pasar de las palabras a los hechos en materialización de inversiones, que nos lleven a producir minerales que no tenemos, como el cobre.

¿Cómo trabajar el activismo legislativo del que habla?

Con decisión y haciendo un llamado a que la justicia se use de manera adecuada. No es posible que, por ejemplo, un proyecto de licenciamiento ante la autoridad ambiental tenga unos 20.000 derechos de petición en un mes.

¿Cuál es el llamado a los jueces, ante situaciones como la de Cerro Matoso?

Ese es un ejemplo muy importante, porque lo que ordenó la autoridad judicial fue llevar a cabo unas consultas previas y la empresa, de una manera muy organizada, rápida y muy bien hecha, hizo todas esas consultas en cerca de nueve meses, buscando lo que la unía con las comunidades, que estuvieron abiertas al proceso. Como producto de ese diálogo, concertaron inversiones sociales a ejecutarse en los próximos años ($160.000 millones).

¿Cómo atraer inversión a la minería colombiana si uno ve que los vecinos están mejor?

Uno ve lo que están haciendo los vecinos y se necesita una clara decisión para atraer inversión. Primero, inversión para exploración. Necesitamos tener una política clara que fomente la exploración, que la elogie.

¿Qué hacer para la regulación sea más amigable para los inversionistas?

Más que beneficios, que eso no está en la discusión, lo que piden es la estabilidad, que les digan cuánto tiempo toma una sustracción, una licencia ambiental, aunque en ese último tema hay que reconocer que ha venido cambiando. Pero lo que piden los inversionistas es seguridad en los trámites y claridad en los tiempos y criterios de otorgamiento. En el marco de la International Mining and Resources Conference (Imarc), las autoridades de Ecuador y Perú presentaron su visión minera para la próxima década y las líneas de proyectos en las que están trabajando. El presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Juan Camilo Nariño, elogió la actitud de los vecinos hacia el sector, y aseguró que para competir contra ellos, se necesita una decisión clara para atraer inversión.

Como parte de esa decisión, Nariño indicó que se necesita impulsar la exploración, rodear los proyectos estratégicos y darles certeza a los inversionistas en materia de trámites.

¿Cómo está la licencia social de las empresas mineras en Colombia?

Es uno de los grandes retos que tenemos como país, debemos generar un diálogo más grande para generar consensos. El diálogo que debemos construir es sobre cómo hacer cosas. No debemos seguir gastando esfuerzo en lo que nos separa.

¿Cómo tener ese diálogo con los activistas que se oponen a la actividad minera?

Es complejo, lo hemos buscado mucho. Creo que debemos sentarnos y conversar, de nada sirve seguir mandando mensajes polarizantes de ambos lados. Mi llamado es ese, que tengan una actitud distinta.

En Imarc se vio la visión 2030 de la minería, ¿cuál es la visión para Colombia y cuáles son los minerales con potencial?

Chile tiene cobre, como Perú, que además tiene en su línea de proyectos iniciativas de cobre y oro. Ecuador y Panamá también producen cobre, pero Colombia no. Tenemos un gran esfuerzo de una mina de 10 millones de toneladas en el Chocó. La visión es pasar de las palabras a los hechos en materialización de inversiones, que nos lleven a producir minerales que no tenemos, como el cobre.

¿Cómo trabajar el activismo legislativo del que habla?

Con decisión y haciendo un llamado a que la justicia se use de manera adecuada. No es posible que, por ejemplo, un proyecto de licenciamiento ante la autoridad ambiental tenga unos 20.000 derechos de petición en un mes.

¿Cuál es el llamado a los jueces, ante situaciones como la de Cerro Matoso?

Ese es un ejemplo muy importante, porque lo que ordenó la autoridad judicial fue llevar a cabo unas consultas previas y la empresa, de una manera muy organizada, rápida y muy bien hecha, hizo todas esas consultas en cerca de nueve meses, buscando lo que la unía con las comunidades, que estuvieron abiertas al proceso. Como producto de ese diálogo, concertaron inversiones sociales a ejecutarse en los próximos años ($160.000 millones).

¿Cómo atraer inversión a la minería colombiana si uno ve que los vecinos están mejor?

Uno ve lo que están haciendo los vecinos y se necesita una clara decisión para atraer inversión. Primero, inversión para exploración. Necesitamos tener una política clara que fomente la exploración, que la elogie.

¿Qué hacer para la regulación sea más amigable para los inversionistas?

Más que beneficios, que eso no está en la discusión, lo que piden es la estabilidad, que les digan cuánto tiempo toma una sustracción, una licencia ambiental, aunque en ese último tema hay que reconocer que ha venido cambiando. Pero lo que piden los inversionistas es seguridad en los trámites y claridad en los tiempos y criterios de otorgamiento.

Fuente; LR La República

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