La expansión de las operaciones mineras en Brasil está destruyendo más zonas de bosque amazónico de lo que se pensaba hasta ahora, según un estudio sobre la deforestación tropical en esa región que publica hoy la revista Nature Communications.
Cerca del 90 % de la deforestación relacionada con la minería se ha registrado fuera de los espacios mineros habilitados por el Gobierno de Brasil, según los científicos.
En concreto, la pérdida de masa forestal debido a la minería es doce veces mayor fuera de esas áreas que dentro de ellas, y puede llegarse a extender 70 kilómetros a la redonda desde los límites de una mina.
“Estos resultados muestran que la minería se considera ahora una causa sustancial de la pérdida de bosque amazónico”, afirmó la investigadora Laura Sonter en una nota de la universidad.
“Las estimaciones previas asumían que la minería provocaba quizás el 1 % o el 2 % de la deforestación. Llegar al límite del 10 % es alarmante y requiere que se tomen medidas”, afirmó.
Las infraestructuras relacionadas con la minería que pueden ser dañinas para los bosques incluyen las viviendas para los trabajadores y las nuevas rutas necesarias para el transporte de mercancías y personas, como carreteras, vías ferroviarias y aeropuertos, señala el trabajo.
“Nuestros hallazgos muestran que la deforestación en el Amazonía está asociada con un tipo de minería que se extiende a lo largo de grandes distancias desde el punto donde se extrae el mineral”, subrayó la investigadora Gillian Galford.
El estudio se publica en un momento en el que Brasil está estudiando implementar legislación que flexibilice las normas medioambientales y levante restricciones a la minería en zonas protegidas.
Los autores del trabajo subrayan además que cuando las compañías piden permiso para desarrollar excavaciones mineras no necesitan tener en cuenta los daños que pueden causar sus operaciones más allá de sus instalaciones.
Para alcanzar sus conclusiones, los expertos han analizado los cambios en la masa forestal alrededor de las mayores 50 minas activas en la Amazonía durante diez años, a partir de datos obtenidos por la Agencia Espacial de Brasil (INPE).
“Esperamos que estos hallazgos ayuden al Gobierno, a la industria y a los científicos para que trabajen unidos a fin de lograr una solución a este problema”, dijo Sonter.
Los científicos subrayan que las selvas tropicales aportan numerosos beneficios al medio ambiente, ayudan a regular el clima del planeta, albergan riqueza animal y vegetal, y absorben dióxido de carbono, entre otras funciones.
Recalcan asimismo que los esfuerzos globales que ya se han llevado a cabo para preservar la Amazonía han hecho que disminuyan prácticas nocivas relacionadas con la agricultura y la ganadería, pero son necesarias más acciones respecto a la minería.
(Fuente: EFE)
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