El Ministerio de Energía y Minas aprobó la construcción de la hidroeléctrica Charcani VII en la cabecera del valle de Chilina, que es parte del Patrimonio Cultural de Arequipa
El pasado 8 de diciembre, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) le otorgó a Egasa la concesión definitiva para desarrollar su proyecto Charcani VII, que consta en la construcción de la central hidroeléctrica de 20.9 MW, en pleno valle de Chilina.
La noticia no ha caído bien en un sector de empresarios, ambientalistas y agricultores que piden la reubicación del proyecto energético. La razón es que la planta hidroeléctrica alterará la campiña arequipeña, el río Chili y parte del Parque Ecológico Las Rocas.
Un grupo de los opositores ha conformado un Frente de Defensa con el propósito que las autoridades den marcha atrás con este proyecto. La Municipalidad de Arequipa y Gobierno Regional de Arequipa tampoco han sido ajenos al problema. Ambas entidades encargaron realizar el estudio para la Evaluación de Impacto Patrimonial que generaría el proyecto.
Charcani VII con EIA aprobado
El 8 de diciembre último salió publicado en el diario El Peruano, la resolución ministerial 381-2019- Minem que aprobó el contrato de concesión entre Egasa y el Estado, el cual consta de 19 cláusulas y 4 anexos. Con este documento se autoriza a la empresa iniciar la construcción de la planta hidroeléctrica, ubicada entre Alto Selva Alegre y Cayma.
Para ello, el Minem había considerado la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental Semidetallado del proyecto “Instalación de la Central Hidroeléctrica Charcani VII y Sistema de Interconexión al SEIN”. Esto se dio a través de la Resolución Directoral 004-2018, emitida el 17 de diciembre del año pasado.
Entonces, los ejecutivos de Egasa indicaron que la empresa iniciaría la construcción, una vez cuenten con el permiso. La inversión del proyecto ascendería a 54 millones 855 mil dólares y se ejecutaría en un lapso de dos años.
Proyecto en conflicto con el valle y la agricultura
Los agricultores de la Junta de Usuarios del Chili Regulado fueron los primeros en protestar por la construcción de Charcani VII. El presidente Juan Álvarez declaró a El Búho que su preocupación no solo es por el agua y las tierras de cultivo, sino porque Chilina es el último valle que tiene la ciudad de Arequipa.
“Es el único valle que tenemos y prácticamente Arequipa sin el valle no sería nada. Nosotros conservamos el medio ambiente, la flora, la fauna. Además, la población capta el agua de la cuenca del Chili y a la larga van a sufrir las consecuencias”, indicó.
Juan Álvarez, presidente de la Junta de Usuarios del Chili Regulado
Álvarez no cree que el proyecto ocupará solo 5 hectáreas como dice la empresa, sino 147 hectáreas. “Todo el valle se lo ocuparían, porque en el proyecto son 147 hectáreas. Fuera de eso a nosotros nos darían agua por bombeo y también a la población”, indicó.
No obstante, el agricultor mencionó que no se oponen a la hidroeléctrica, lo que piden es que la planta se instale por encima del Santuario de Chapi y que no ocupen la bocatoma de agua que ellos administran. Los agricultores sostendrán este próximo 27 de diciembre una reunión en la que abordarán este problema, puntualizó.
Informe técnico sobre el valle
La Gerencia del Centro Histórico de Arequipa emitió un informe técnico en enero de 2018 donde advierten que el proyecto hidroeléctrico alteraría el paisaje de la campiña.
En el documento se hace mención al hecho que la construcción de sus componentes como la presa de regulación, el canal de conducción y otros, generarán un impacto al patrimonio. Se originaría un gran movimiento de tierras, alteración del cauce, impacto al paisaje natural, a las áreas agrícolas, flora y fauna.
“No puede ser procedente la Construcción de la Central Hidroeléctrica Charcani VII, por todos los antecedentes y consideraciones expuestas, por ser un proyecto de alto impacto negativo en términos ecológico, paisajístico, cultural, económico, social y urbanístico, el cual debe ser meditado y discutido en mayor profundidad; proceso técnico, social y político, que debe llevarnos al planteamiento y evaluación de otras alternativas”, concluye.
Asimismo, se recomienda que la Municipalidad de Arequipa tome la iniciativa en proteger éste patrimonio cultural de la ciudad, amparado en la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación N° 28296.
Sociedad civil en favor del valle
Diferentes profesionales, asociaciones civiles y colectivos medioambientalistas se han congregado en un Frente de Defensa del valle de Chilina. A este grupo se han sumado también los agricultores que rechazan la ejecución del proyecto.
El presidente de la comisión de regantes de Zamácola, Carlos Obando, hizo hincapié que existen normas que prohíben construcciones dentro del valle de Chilina, pero que, contrariamente, se pretende construir una hidroeléctrica en la misma cuenca.
Este nuevo grupo civil organizado buscará los mecanismos técnicos y legales para evitar la construcción de la hidroeléctrica. Una de las primeras medidas que analizan es interponer una apelación contra la resolución emitida por el Minem.
Asimismo, planificarán actividades en las que invitarán a la población a conocer las zonas de impacto como son el Parque de Las Rocas y el mismo valle de Chilina.
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