En mayo se aprobó, en segundo debate, el proyecto de ley que busca la conservación de los espacios naturales.

Las actividades agropecuarias y la minería son las que más afectan los páramos en Colombia y en el Quindío, así lo afirmó el representante a la Cámara por el departamento, Luciano Grisales Londoño, defensor y ponente de la ley de conservación de estos ecosistemas, que se aprobó en segundo debate en el Congreso de la República en mayo de este año.

“El tema de los páramos es complejo, porque allí hay alrededor de 250.000 personas viviendo y haciendo sus actividades de sustento como la ganadería, los cultivos de papa y la extracción de carbón y de oro, entre otros. Hay 40 municipios en Colombia que tienen más del 50% de su territorio en páramos y otros donde es casi el 70%”, afirmó el congresista.

Señaló que dentro de la Constitución Política se habla de la protección de estos espacios naturales, teniendo en cuenta que allí se desarrolla en su gran mayoría el ciclo del agua, sin embargo, esto no se respeta por parte de los gobernantes.

No había garantías antes del proyecto

Grisales Londoño afirmó que antes del proyecto de ley, estos espacios estaban desprotegidos, y a la vez dio a conocer que los páramos en Colombia guardan unas condiciones especiales, son ecosistemas únicos en el planeta, refugio de especies endémicas y fábricas naturales de agua. Diversos fenómenos como la ganadería, la agricultura y los cambios climáticos han afectado estos frágiles ecosistemas y muchos han empezado a desaparecer.

“Dentro de la Constitución, expresamente, se hablaba de la protección de los páramos como un elemento fundamental de dar una mejor condición para el ciclo del agua. Necesitamos la aprobación de esta ley para que las personas y todos en Colombia respeten el medio ambiente. No es solo para un gobierno que esté de acuerdo, es para todos. Debemos respetar para que no pasen por encima de las condiciones ambientales y prevalezca la minería”, aseveró.

Para conservar los espacios, hay sentencias de la Corte y advertencias a cada uno de los municipios que tienen territorio en páramos.

“Nosotros seguimos hablando y llegamos a ese debate, porque eso es precisamente una ley, un gran acuerdo social por el cual usamos el principio democrático máximo que es el voto. Yo estoy representando a los quindianos y precisamente advertí de la importancia de ponerle más atención a ese tema para llegar al gran acuerdo”.

Según el congresista, después del Amazonas, el Eje Cafetero guarda también gran cantidad de biodiversidad, cada cañada y cada resquicio de bosque nativo tiene gran cantidad de flora y fauna.

“Estudiando el ciclo del agua y otros ciclos, nos encontramos con algo muy especial, hay unos ecosistemas que tienen en su inventario de flora y de fauna unas especies que son claves en el ciclo del agua, las cuales debido a sus características hacen que el líquido, que está en el ambiente, se condense”, dijo Grisales.

“Culpa no es del campesino sino del terrateniente”

Luis Carlos Serna, biólogo de la universidad del Quindío, habló con LA CRÓNICA sobre la problemática de los páramos. Indicó que la culpa del deterioro de los recursos naturales no es del campesino, sino de los terratenientes.

“El problema, sin duda alguna, no es del campesino que vive allá, porque él también se encarga de cuidar y conservar la tierra. El problema es del terrateniente, que tiene 50.000 hectáreas en páramo para dejar cuatro vacas”, dijo.

Explicó que la alternativa, desde la parte social como lo trabajaba el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt en los procesos de delimitación de páramos, era afectar la condición social lo menos posible.

“La idea es presentar opciones diferentes a los procesos de producción que se están generando, porque el ecosistema de páramo tiene unas condiciones tan particulares, que desde el suelo hasta la radiación solar es diferente. Esto lo hace apto para la producción, sus tierras son muy fértiles, pero eso mismo le da una responsabilidad en función del territorio y es todo lo que se representa desde el páramo para la gente”.

El propósito de quienes protegen el medio ambiente es llegar a una concertación plasmada en una ley, que les ayude a preservar y conservar el territorio natural en Colombia.

“Páramo del Chilí, en buenas condiciones”

El alcalde de Pijao, Édinson Aldana Martínez, uno de los municipios con influencia de páramos en el Quindío, indicó que desde la administración se toman medidas para la conservación del páramo del Chilí, cuyo territorio es compartido con el departamento del Tolima.

“Respecto a su conservación, no se permite el pastoreo ni cultivos agrícolas de largo o corto plazo, como pueden ser los frutales, la papa o el pan. De manera general, podemos afirmar que el Chilí se encuentra en óptimas condiciones por el momento”, concluyó.

¿Cuántos páramos tiene el Quindío?

Según Luciano Grisales, la región tiene influencia de dos páramos: el de Romerales y el páramo del Chilí, este último se comparte con Tolima y Valle del Cauca. En el Quindío se encuentra una parte importante en los municipios de Génova, Pijao, Córdoba y Calarcá.

Redacción
LA CRÓNICA

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