Textualmente dijo ante el auditorio: «Sin inversión minera no hay crecimiento, y sin crecimiento los derechos humanos no serán reales para todos».
El discurso del Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, en la clausura del Perumín 33, parecía el de un empresario en lucha por lograr la viabilidad de sus proyectos mineros truncos.
Textualmente dijo ante el auditorio: «Sin inversión minera no hay crecimiento, y sin crecimiento los derechos humanos no serán reales para todos».
Sus palabras desencajaron a muchos, ya que Gutiérrez tiene como encargo defender a las poblaciones que ven vulnerados sus derechos por empresas de varios sectores productivos.
El mensaje ha rebotado en las redes sociales, siendo cuestionado. Al enterarse, los congresistas arequipeños Justiniano Apaza Ordóñez y Horacio Zeballos Patrón dieron el grito en el cielo.
Piden su renuncia
«Es insólita y vergonzosa su actitud. Que mejor renuncie», exigió el legislador Apaza; mientras que Zeballos fue más duro al cuestionar al Defensor del Pueblo: «Es ignorante o caradura», declaró.
Ambos parlamentarios manifestaron que Gutiérrez no debería estar hablando de forma tan directa sobre el apoyo a la minería cuando muchos de los problemas sociales, que su despacho debe atender, se producen por la falta de diálogo y la imposición de estas empresas.
«Los derechos humanos no son una mercancía negociable. Haya o no minería, él (Gutiérrez) debe hacerlos respetar», enfatizó Horacio Zeballos.
Para Apaza, las palabras de Gutiérrez van en contra del pueblo. «No puede ser que se ponga de lado de las grandes mineras que someten a los pueblos», finalizó, molesto.
La República
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