Brasil inaugura la mayor central térmica a gas natural de América Latina
La Usina Termoeléctrica GNA II, ubicada en Río de Janeiro, aporta 1,7 GW de potencia y abastecerá a más de ocho millones de hogares. El proyecto marca un hito en la transición energética regional al estar preparada para operar con hidrógeno.
En un paso decisivo para el sector energético latinoamericano, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva inauguró la Usina Termoeléctrica GNA II, la planta de generación eléctrica a gas natural más grande de América Latina.
Con una inversión superior a los 7.000 millones de reales (cerca de 1.200 millones de dólares), la central está emplazada en el estado de Río de Janeiro, y representa un avance estratégico para la matriz energética del país.
La planta cuenta con una capacidad instalada de 1,7 gigavatios (GW), lo que le permitirá cubrir cerca del 10% de la generación térmica a gas natural de Brasil y suministrar energía a más de ocho millones de hogares, un aporte crucial para responder a la creciente demanda eléctrica del país.
El diseño tecnológico de GNA II incorpora un sistema de ciclo combinado que combina turbinas de gas y vapor, optimizando el rendimiento y la eficiencia energética.
De hecho, aproximadamente el 35% de la energía producida —equivalente a 572 megavatios (MW)— se genera sin consumo adicional de combustible, un dato clave que subraya la modernidad y sustentabilidad del proyecto.
Una de las innovaciones más destacadas es la capacidad de operar con hasta un 50% de hidrógeno, posicionando a GNA II como una infraestructura pionera en América Latina en materia de descarbonización y transición energética.
Esta característica anticipa una futura reducción significativa de las emisiones de carbono, alineada con los compromisos globales de sostenibilidad y la búsqueda de una matriz energética más limpia.
La empresa Gás Natural Açu (GNA), responsable de la planta, reúne a pesos pesados del sector energético como Prumo Logística, bp, Siemens Energy, Siemens AG y SPIC Brasil.
La puesta en marcha de GNA II completa un ciclo de inversiones que comenzó con la unidad GNA I, sumando un total de 12.000 millones de reales (unos 2.038 millones de dólares) en ambas plantas. Juntas, ofrecen una capacidad instalada combinada de 3 GW, capaz de abastecer a unos 14 millones de hogares brasileños.
Durante la ceremonia de inauguración, se firmó además una carta de intención entre la Agencia Nacional del Gas y el gobierno federal para impulsar el mercado del gas natural y fomentar nuevos proyectos de energía e infraestructura.
Se espera que esta alianza atraiga inversiones por hasta 20.000 millones de reales, fortaleciendo el Plan Nacional Integrado de Infraestructura de Gas Natural y Biometano.
Este avance consolida al complejo Porto do Açu como un hub energético e industrial clave para el sudeste brasileño y posiciona a Brasil como un líder regional en infraestructura térmica y en la transición hacia fuentes de energía más flexibles y bajas en carbono.
Mientras Brasil celebra este logro energético, la región enfrenta desafíos políticos y comerciales. Recientemente, el expresidente estadounidense Donald Trump confirmó la imposición de aranceles adicionales para productos brasileños, elevándolos al 50%, una medida con claras motivaciones políticas que podría impactar negativamente en el comercio regional.
Sin embargo, la fuerte apuesta brasileña por modernizar su matriz energética y atraer inversiones millonarias en infraestructuras estratégicas pone al país en una posición favorable para liderar la transformación energética en América Latina.





